lunes, 27 de octubre de 2014

VIVE


El país del nomeacuerdo pasó por distintas etapas a lo largo de su historia política, todas ellas atravezadas por el fantasma amenazante del ejército, defensor empedernido de intereses oligárquicos con disfraz nacionalista. Del Yrigoyenismo al golpe, del Peronismo al golpe, (el gobierno de Alfonsin también sufrió impactos desestabilizadores de ese sector reaccionario, aún cuando la sociedad estaba algo reacia a confiar en ellos). El ejército era una herramienta: Los sectores donde el capital estaba (está) concentrado los sujetos.

De la mano de un caudillo de lo peor de la política, llegó al poder un chirolita, un tipo flaco, feo, con un ojo desvíado, nariz puntiaguda  y problemas de pronunciación. El tipo agarró el tablero y empezó a mover las fichas que nadie había pensado en mover (o no habían querido). Arrastró a los descreídos de nuevo a la política y se plantó con los creídos de que podían arrastrar a la Argentina a la miseria política.

Es ya un conocido cliché recordar a los muertos atribuyéndoles vida. Muchas veces, la muerte significa el nacimiento de una nueva figura, de nuevas características y a veces perfiles inusitados (el que muere fue realmente eso en vida? o es a partir de su muerte que empieza a serlo?) .

Nestor Carlos Kirchner? Yo no sé quién es, si se bañaba poco, si alguna vez quiso ser astronauta o si se quedaba con el vuelto de la vieja de pibe. Me cuentan que era un tipo con una familia, fanático de Racing y con una cantidad impresionante de laburo. Andá a saber. Parece que el tipo se murió.

Nestor no se murió y no se va a morir. Eso está claro. Nestor existe a partir del momento en que una bandera se alzó con sus consignas. Nestor existe PORQUE una bandera se alzó con sus consignas.


Yo sigo militando en los barrios, por eso es que Nestor sigue vivo.

domingo, 16 de diciembre de 2012

La generación del Bicentenario, la gloriosa generación del Bicentenario. Treinta años en democracia, la herramienta que hemos estado utilizando estas tres décadas para purificarnos, para liberarnos, para limpiar nuestras manos de sangre. Y sin embargo la Patria (¿por qué no?, el Mundo) nos escupe en la cara el hedor de la sangre, del sudor, de la muerte. Nos hemos quitado las ataduras burocráticas, y sin embargo seguimos sin poder mover nuestras manos. Acaso sean invisibles, pero las ataduras persisten. Seguimos siendo los miserables insectos individualistas de siempre, pero estamos libres de culpas porque podemos juzgar a quien tenemos al lado. El egoísmo la desigualdad, la injusticia, no han perdido su fuerza, sino que han pasado a la clandestinidad (De una forma poética, claro, porque su discreción es casi nula). Que difícil es  combatir a un enemigo cuya más poderosa arma tiene la forma seductora y omnipotente del Capital. Los ideales, las famosas "causas" son un motor mucho más real, mucho más digno, mucho más justo, y sin embargo parece un débil paladín al lado de aquel hermoso monstruo que todo lo puede. No pierdo las esperanzas compañeros, somos el David de ese devastador Goliat, y no nos detendremos hasta vencer.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Decidida a ignorar la finitud de aquel instante, me aferré a él, a su escencia, como si nada hubiera en el cosmos más allá de esos ojos, como si en ese momento fugaz la muerte nos fuera ajena, tal como lo es a Cronos, dueño absoluto del instante.
Pérfido destino inexorable, tus lúdicas maniobras destruyen los muros de mi cordura. Atrápame, cobarde, en  tus redes impenetrables, húndeme  en la más procelosa incertidumbre, en la angustia más desgarradora.  Me entrego atí, que te reflejas en el oscuro brillo de esos ojos y en la peligrosa ternura de esos labios.
Ah! si acaso ese océano salvaje arrastrara mi alma a la errante profundidad de la suya, entonces se desvanecería el tiempo y permanecería, eternamente, el instante.

martes, 10 de abril de 2012

Cada día me es más dificil comprender la psíquis humana (incluyendo la propia). Me sorprenden (e irritan) las barreras que creamos para desenvolvernos socialmente, me resultan totalmente pelotudas y ajenas a una lógica establecida desde suppositio materialis con respecto a este reducido espacio donde divagan nuestras mentes. Son, a mis ojos, totalmente insensatos los silencios y/o mentiras que consideramos "correctos" en determinadas circunstancias, ¿Por qué deberíamos callar un "te quiero"-sea o no correspondido- si es lo que sentimos? ¿Tiene sentido, también, evitar el "no te quiero"/"me sos indiferente" cuando es adecuado? Encerramos la mente en parcelas que ella misma construye. No sé si es miedo de ver, al liberarla, el egocentrismo al que estamos condenados. O de ver lo que realmente somos (que está muy lejos de lo que queremos ser, y eso ridículamente nos avergüenza). Siento que cada día nos alejamos más de nosotros mismos y de quienes nos rodean mediante estigmas y pre-conceptos absurdos; aumentan los medios para "comunicarnos" y sin embargo cada día nos entendemos menos. 
A partir de esto me surge una reflexión utópica. A lo Tyler Durden idealizo un mundo nuevo; un mundo primitivo físicamente, donde la evolución radica en la metafísica. Donde en vez de encontrar nuevos formatos tecnológicos y buscar renovar constantemente la oferta, el alma y la mente encuentran nuevas dimensiones y buscamos renovar constantemente las ideas. Tal vez, en este mundo nuevo existen menos modelos de celulares (Quizás ninguno) pero las relaciones humanas se desarrollan muchísmo entre sí y con la naturaleza, constante e infinitamente. No hay límite en cuanto a  lo no sustancial, en cuanto a lo metafísico, y cada día lo exprimimos al máximo, conectando cuerpo-mente-ambiente-comunidad como nunca. 

lunes, 31 de octubre de 2011

El desencuentro cronológico fue tan oportuno como inconcebible. Destino inexorable. La sagacidad de sus estrategias no deja de sorprenderme.

martes, 25 de octubre de 2011

Entiendo que en la memoria  haya rastros impasibles de subjetividad. Entiendo que la razón conduzca por caminos que jamás terminan en la dirección que comenzaron. Entiendo también que el mundo no termina donde termina el mundo. Solo quiero que escuches                              

miércoles, 27 de julio de 2011

Lo cierto es que eramos dos, lo cierto es que nunca fuimos. No existe certeza absoluta en lo que al pasado respecta, y sin embargo existe.